El Gobierno porteño ha decidido rehabilitar las tareas del personal doméstico en la Ciudad de Buenos Aires luego de que se comprobara que este sector, fue uno de los más castigados por la pandemia.
Luego de casi siete meses de aislamiento social, se registró una caída interanual del 48,3% en su nivel de ocupación. Estos datos son del último informe de la Población Económicamente Activa (PEA) en la Ciudad correspondiente al segundo trimestre.
Dicho informe reveló que la población asalariada porteña tuvo una caída del 16,9% en comparación con el mismo período de 2019. Pero, dentro de ese porcentaje hubo realidades diferentes: la población asalariada con descuento jubilatorio se redujo un 5,3%, pero en el caso de los trabajadores no registrados (informales o “en negro”) el retroceso fue del 62,8%.
El informe de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) puso en evidencia cómo el inicio de la cuarentena el 20 de marzo pasado afectó de manera diferenciada a los sectores laborales, según su acceso a la formalidad, su capacitación o su actividad.
La DGEyC destacó que “el servicio doméstico es uno de los grupos ocupacionales que se ve especialmente afectado por la emergencia sanitaria”, si bien su situación venía arrastrando una precariedad histórica, al punto que antes de la pandemia el trabajo sin aportes jubilatorio abarcaba a “dos tercios de las trabajadoras domésticas”.
Fotografía por: Política Argentina