Tiene 10 años y llevó adelante una gestación forzada. Un referente antiderechos de la provincia había culpado a la niña por no resistirse a la violación. El abusador está preso. Hoy le hicieron la cesárea.
Se trata del caso de la menor de edad que fue abusada sexualmente en la provincia de Corrientes y llevó adelante una gestación forzada por la desinformación y la obligación de todas las instituciones intervinientes en el caso. El cuerpo de la niña acumula capas de injusticia.
El embarazo fue detectado cuando ya cursaba alrededor de 24 semanas de gestación. La abuela observó que le crecía la panza y sospechó que podía estar embarazada. La niña entonces contó que la había abusado Insaurralde, de 31 años. Los ataques sexuales habrían ocurrido en la casa de Insaurralde, en Monte Caseros, adonde la niña y su madre se habían mudado hacía algunos meses.
Según consignó Pagina 12, en el hospital de Monte Caseros, donde fueron acompañadas por la policía, la médica que atendió a la niña y confirmó la gestación en curso, ofreció que se la sometiera a una interrupción legal de embarazo. Sin embargo, cuando comenzó a explicar el procedimiento, en vez de darle información precisa, adecuada, sobre lo que significaba llevar a término la gestación, la asustó diciendo que para interrupirlo la tendrían que pinchar, aplicar un suero, etc.
La misma situación ocurrió con una pediatra de la zona, que les dijo que era sumamente riesgoso hacerle un aborto, más riesgoso que continuar con el embarazo.
La madre acudió entonces a Ester Dotro, trabajadora social e integrante de la Colectiva Feminista local, preocupada por lo que le había dicho la pediatra. La trabajadora social les explicó que la niña tenía derecho a interrumpirlo.
Sin embargo, la cesárea que había sido programada para este jueves, se adelantó: el bebé nació en la madrugada de hoy. Días antes la pastora de la iglesia Ministerio Apostólico y Profético de Monte Caseros le organizó un baby shower, como si hubiera algo para festejar.
El “baby shower” fue parte de una trama espesa que naturaliza los embarazos infantiles en una provincia declarada por decreto “pro vida”, que no tiene protocolo de ILE ni adhirió a la ley de creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, donde un mediático ginecólogo y obstetra, referente del movimiento “pro vida” local, responsabiliza a la niña por no “haberse resistido” a los abusos por falta de educación –y habla de que las mujeres nacen con “instinto maternal”–, y el juez de Instrucción y Correccional de Monte Caseros afirma que “fue seducida” por el imputado.