El fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, calificó una violación grupal a una chica de 16 años como un “desahogo sexual”.
La manada de Chubut, como se los conoció a los cinco jóvenes acusados, no tendrán pena de prisión ya que Rivarola disminuyó la calificación de “abuso con acceso carnal” a “abuso sexual simple” y consideró que fue un “accionar doloso de desahogo sexual”.
La medida judicial fue confirmada a Telam por los penalistas que intervinieron aunque no se dieron a conocer los nombres ya que hay un fallo que prohíbe brindar el nombre de los imputados por ser de familias reconocidas de Trelew y Puerto Madryn.
De los 5 acusados, dos fueron sobreseídos porque eran menores de edad; los tres restantes admitieron haber cometido “abuso sexual simple”, que representa “manoseos y tocamiento pero sin acceso carnal”. Es por ello que irán a juicio abreviado en el que la pena máxima es de tres años, por lo que la prisión queda en suspenso.
“El episodio fue denunciado 6 años después de ocurrido y la chica asegura que no se acuerda de nada, con lo que no hay forma de acreditar el supuesto delito y todo queda en la palabra de uno contra el otro”, dijo a la agencia Telam uno de los abogados defensores.
La violación sucedió en el año 2012 pero la causa recién se inició el año pasado cuándo la joven aceptó radicar formalmente la denuncia que hasta ese entonces había publicado solo a través de Facebook.
En ese entonces la denunciante escribió: “Habíamos ido una fiesta a la casa de RV y a poco tiempo de llegar perdí la conciencia y es ahí cuando una de mis amigas me encontró en una habitación siendo abusada por un grupo de cuatro varones (EQ, LDV, LM, RV) mientras JP era testigo y TS sostenía la puerta evitando que entre alguien o que pueda salir”.
El relato continúa y describe el estado en el que se encontraba cuándo despertó: “estaba en estado de shock y como estaba desnuda” buscaron su ropa, “que estaba desparramada en la habitación oscura y llena de camas donde sucedió la violación“.
“En ese momento el dueño de la casa echó a todo el mundo de la fiesta al grito de que no cuentan nada. Al volver a (Puerto) Madryn tuve un intento de suicidio, me encontraron mi mamá y mi papá y les conté lo que pasó, me llevaron al médico e hicieron el protocolo para la atención integral de la víctima de violencia sexual”, completó su relato.