“Para diciembre podríamos comenzar la vacunación”, indicó el Presidente, quien adelantó que las primeras diez millones de dosis llegarán entre diciembre y enero.
Alberto Fernández anunció ayer que Argentina comprará 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, que alcanzarán para cubrir el tratamiento para 12,5 millones de personas, ya que conlleva dos aplicaciones.
“Para diciembre podríamos comenzar la vacunación”, indicó Fernández, quien adelantó que las primeras diez millones dosis llegarán entre diciembre y enero y quedará un remanente de 2,5 millones que vendría después.
Así se iniciaría entonces con el proceso de distribución masiva, siempre y cuando la variante atraviese con éxito todas las pruebas, entre fines de año y comienzos de 2021, comenzando con la vacunación de los grupos de riesgo –profesionales de la salud y adultos mayores– para luego continuar con el resto de la población.
Este acuerdo con el gobierno ruso se suma a otros ya avanzados con los laboratorios Pfizer, Astra Zeneca y Sinopharm, con el objetivo de garantizar la provisión de una vacuna contra el coronavirus que sea efectiva, informó Página 12.
De acuerdo a las estimaciones del Presidente, de hecho, gracias a las dosis del antídoto que ofrece la Federación Rusa, “la mitad de la población argentina estaría vacunada”.
“Tengo dos muestras que me mandaron de Rusia al comienzo de la discusión (para la adquisición), pero no me parece justo que yo me vacune y otros argentinos no puedan vacunarse, más allá de que yo sé la responsabilidad que tengo”, admitió el mandatario, quien dijo que él mismo se inmunizará con esta opción.
Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, afirmó que se “está negociando con cinco firmas que están más adelantadas en llegar a la aprobación” y sostuvo que “la ventaja de Rusia es que ofrece una cantidad mucho mayor (de dosis) y nosotros las queremos cuanto antes”.
Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, fue la funcionaria que viajó a Rusia para analizar el estado de desarrollo de la sustancia activa y concretar el acuerdo, que será producida por laboratorios de India, Corea del Sur y China. El gobierno de Jair Bolsonaro también se aseguró la vacuna rusa a través del un vínculo contractual entre el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) y la empresa brasileña Unión Química Farmacéutica Nacional.