El Presidente además adelantó que impulsará la ley para cobrar un “impuesto a las grandes fortunas”, solidario y por única vez, y confió en que “está cerca de resolverse un acuerdo sustentable en el tiempo” en la negociación con los bonistas por la deuda externa.
El presidente Alberto Fernández dijo ayer que viene trabajando sobre las bases de un “contrato social” que dará a conocer una vez que se atenúe la pandemia de coronavirus, sobre todo en los barrios más vulnerables, y aseguró que, excepto donde el virus se expandió, “la Argentina no está cerrada, sino abierta en un 90%”.
“Sabemos lo que queremos hacer y debemos hacer, pero vamos a esperar que esos barrios (populares) recuperen la tranquilidad”, dijo Fernández en una entrevista con C5N, en referencia al fuerte brote de coronavirus en las zonas vulnerables de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, y explicó que “son cuatro puntos para un nuevo contrato social para un país mejor en el que la igualdad y la solidaridad sean la regla”.
“Estamos pensando en el día después. Con Gustavo Béliz (Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia) habíamos pensado en un mensaje para el día después que no lo dimos para que nadie piense que queremos poner el eje en otro lado”, adelantó el primer mandatario.
El Presidente confirmó que finalmente impulsará en el Congreso la ley del llamado “impuesto a las grandes fortunas”, que se cobrará por única vez para “sobrellevar” la crisis económica que provocó el aislamiento social y preventivo, que se dictaminó para evitar la expansión del COVID-19 sobre la población. “No es un impuesto. Es un aporte por única vez”, advirtió, que se cobrará a alrededor de las 12 mil personas que concentran la riqueza en la Argentina.
En otro pasaje de la entrevista Alberto Fernández se refirió a la negociación por la deuda externa con los bonistas que lleva adelante el ministro Martín Guzmán, y adelantó que “está cerca de resolverse un acuerdo sustentable en el tiempo”, aunque remarcó que en los términos del arreglo “no hay más lugar para que la pobreza crezca y la desocupación aumente”, y que “es necesario un acuerdo que no postergue más a los que ya están postergados”.
El mandatario aseguró además que “la Argentina no está cerrada”, ya que “un 90% del territorio está abierto”, y precisó que “el foco está en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Chaco y Córdoba”.
En ese sentido, ejemplificó que aunque “se habilitó el 60% de los comercios en CABA, de ellos se abrió el 40% y ellos vendieron el 30% de lo que se vendía”. “No es verdad que si abrimos la cuarentena la economía se vuelve próspera”, señaló.