Ayer encontraron sin vida en la ciudad de Posadas a Cristina Vazques

La policía de la provincia de Misiones encontró en su domicilio a la joven que había pasado 11 años en la cárcel por un crimen que no había cometido y por el que fue liberada en diciembre pasado.

Vázques tenía 38 años y había sido condenada por el asesinato de Ersélida Lelia Dávalos de 79 años, pero la Corte Suprema ordenó su liberación a fines de 201 9 ya que la justicia provincial no había respetado el debido proceso y no había ningún fundamento para condenarla.

Yo quiero que esta causa, que estos once años que estuve presa siendo inocente sirvan para que los jueces, la Justicia misionera y la del país cambien, que simplemente hagan lo que tienen que hacer, que cumplan con la ley, con la Constitución y los códigos”, había dicho Vázquez al recuperar su libertad. La defensa había logrado que el máximo tribunal aceptara un recurso de queja y que anulara la sentencia.

Los efectivos que irrumpieron en el domicilio de Fernanda fueron acompañados por la hermana, quién había denunciado que hace 5 días no contestaba sus mensajes. También estuvieron presentes un médico, un miembro del gabinete Psicológico de la comisaría de la mujer y el cura Alberto Barros, de Cáritas en Posadas, con quien trabajaba Cristina después de haber sido liberada. Las primeras investigaciones apuntan a un suicidio.

En el momento de salir de la cárcel, Vázquez sostuvo que ella y Rojas fueron condenadas por “ser mujeres y por no tener recursos, por ser pobres, por no poder pagar un abogado“.