La Justicia instó al Gobierno de la Ciudad a la provisión de agua en los barrios vulnerables

Luego de los insistentes reclamos de los vecinos y organizaciones sociales y, tras una reunión sostenida entre el Gobierno de la Ciudad y Aysa, se retomaron obras para la provisión de agua en el Barrio Padre Mugica (ex Villa 31).

Si bien el servicio de agua potable depende de la empresa estatal Aysa, es el Gobierno de la Ciudad el que debe garantizar el funcionamiento de la red interna del barrio a la que se conectan los caños troncales que suministran el agua. “Lo estructural es lo que hay que hacer para darles el pleno ejercicio de sus derechos”, señaló en un comunicado Malena Galmarini, presidenta de la empresa estatal. “En 15 o 20 días vamos a estar conectando la primera etapa que quedó inconclusa a causa del coronavirus”, añadió la funcionaria.

Por otra parte, el juez Osvaldo Otheguy, ordenó al Gobierno porteño mediante una medida precautelar que, en un plazo de 5 días, elabore un plan de contingencia y un protocolo de actuación para garantizar el servicio de agua potable y saneamiento cloacal en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires. La medida se dispuso para “evitar que eventualmente se torne ilusorio el derecho reclamado” y teniendo en cuenta el “peligro en la demora” ya que entiende el acceso al agua como un derecho esencial indicó el juez.

Además del plan de contingencia que la medida precautelar exige al Gobierno de la Ciudad, otra de las disposiciones implica el incremento de la entrega de agua a granel. Mientras tanto, las organizaciones barriales del Barrio Padre Mugica siguen advirtiendo que persisten las irregularidades en el suministro de agua en distintos sectores.

Lorenzo “Toto” Martelli, referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) indico: “Nos tenían que cuidar hace dos meses, no recién ahora”. En cuanto al suministro de agua a granel señaló: “Hay que pensar que, si el operativo en el mientras tanto va a ser un camión cisterna, hay que organizarlo de forma que no se acumule la gente del barrio ahí y se produzca otro hacinamiento más, que es lo que sucedió hasta ahora”.

Por su parte, vecinos del Barrio Padre Mugica denunciaron: “Fue horrible todo este tiempo: encerrados y sin poder lavar, bañarnos, desinfectar”.

Hay sectores de la villa donde los vecinos se acercan a una salida de agua que hay en la calle y cargan allí los baldes para el día. “Es agua sucia porque la salida está pegada al suelo, es un peligro”, señaló una mujer que vive en el barrio y añadió: “Lo único que nos puede salvar de la pandemia es la higiene”.

Según afirmó Martelli, del agua en mal estado surgen “infecciones que muchas veces no se informan”. Aunque el subsecretario de infraestructura encargado del Barrio Padre Mugica señaló que “todo el suministro de agua depende de Aysa, por lo que se trata de agua potable”. “No tenemos registros de agua contaminada, si hubiera algún problema de tanques sucios, todavía no nos notificaron”, aseguró.

 

Fotografía por: El Editor Platense