Esta vez se trata de la firma de dos nuevos convenios que implican un negocio millonario para algunas desarrolladoras privadas, a cambio de unos pocos millones de dólares para las arcas de la Ciudad.
Se trata de dos convenios urbanísticos que fueron girados ayer a la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, que el oficialismo porteño apura el paso para ratificarlos. La oposición denunció que Larreta “vende norma al mejor postor” y favorece a los grandes desarrolladores privados a cambio de muy poco dinero.
Estos convenios fueron firmados con un grupo de desarrolladores privados, a quienes se les permitirá ampliar la capacidad constructiva -más allá de la permitida- de dos futuras megatorres que se levantarán en Villa Crespo y Puerto Madero, a cambio de una compensación de unos pocos millones de dólares extra para la caja porteña.
Mediante ambos acuerdos, la Ciudad autorizó una ampliación de la capacidad constructiva de dos proyectos de megatorres que ya están en etapa de diseño. El primero se ubica en la calle Fitz Roy al 800, sobre un predio lindero al viaducto de la Línea San Martín, a cargo del Grupo Koolhaas S.A. El beneficio para la empresa, en este caso, es la autorización para construir un total de 34.472 m2, mientras que el último permiso de obra que había conseguido, cuando compró la parcela en 2017, era de 21.195 m2, un 40 por ciento menos. A cambio, los desarrolladores deberán compensar al Gobierno porteño con poco más de un millón de dólares y la construcción de un espacio público, que será el patio del edificio.
El segundo proyecto se emplaza en Juana Manso al 300, en Puerto Madero, y el convenio beneficia a Profidu S.A y Mitre Construcciones S.A, que lograron ampliar de 29,5 metros de altura a 140 los permitidos para construir. La Ciudad recauda a cambio 2,5 millones de dólares.
Las torres en cuestión se levantarán sobre terrenos que pertenecían al Estado Nacional, y fueron rematados por muy poco dinero en 2017 por decisión del ex presidente Mauricio Macri. Con los nuevos convenios urbanísticos firmados por Rodríguez Larreta, aquellos valores de compra quedaron obsoletos, porque la ampliación de la capacidad constructiva se traduce automáticamente en más departamentos y oficinas para vender y alquilar, lo que redunda en un negociado que supera ampliamente lo que recibirá el Ejecutivo de la Ciudad a modo de compensación.
El total de ingresos por ambos convenios para las arcas porteñas no supera los 3,5 millones. A pesar de todo, el negocio para la Ciudad no termina de ser tan brillante como para los privados.