En el 89 por ciento de las casas del país vive al menos un integrante que percibe ingresos o necesita de la ayuda económica del Estado. El Gobierno destacó que es la mayor cobertura de la historia contemporánea.
En nueve de cada diez hogares del país vive al menos un integrante que recibe ingresos que provienen del Estado. “La asistencia que está brindando el Estado argentino en estos días es la mayor de la historia contemporánea”, indica un informe elaborado por el Gobierno.
En el contexto de la crisis económica causada por el aislamiento social obligatorio por la pandemia del coronavirus, a los empleados públicos, jubilados, pensionados, titulares de la asignaciones familiares y de la asignación universal por hijo se sumaron casi seis millones de personas que solicitaron el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y 2,2 millones de trabajadores cuyo salario se hizo cargo el Estado, con el programa Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
La ayuda estatal, con sus distintos programas y modalidades, es una práctica que se da en la actualidad en gran parte del mundo para brindar asistencia y dar respuestas ante la fuerte recesión de la economía global, hasta que se reanude la actividad progresivamente.
En el Gobierno prevén que una vez que se reinicie la actividad económica van a necesitar priorizar las herramientas financieras sobre los subsidios y que deberán relanzar un acuerdo económico y social, que genere consensos entre los todos los sectores que permitan complacer las demandas sociales, según informó Página 12.
La actividad productiva está tomando un pequeño vuelo, aunque muchas actividades se encuentran todavía restringidas por la emergencia sanitaria y sintieron el fuerte deterioro del mercado interno y externo. En el Gobierno entienden que un 66 por ciento de los trabajadores del sector privado hoy ya pueden circular y reiniciar sus actividades con normalidad, lo cual no significa que ya se encuentren en funciones.