El Gobierno porteño informó que a partir del martes arrancarán las actividades de acompañamiento educativo para estudiantes de séptimo grado y quinto años en los patios de las escuelas. Desde el Ministerio de Educación porteño que lidera Soledad Acuña se adelantó que invitarán a “las escuelas de gestión privada a que avancen con lo propio, para los mismos grados y años”, previa autorización de la cartera educativa.
La medida se anunció luego de que el Consejo Federal de Educación se reuniera con el Ministro de Educación de la Nación y los titulares de las carteras provinciales para acordar un regreso a clases gradual.
El Consejo Federal de Educación ya había acordado que el alumnado de todo el país pasará de año en 2020 porque el ciclo lectivo actual se fusionó con el de 2021 debido a que las escuelas cerraron y las clases se desarrollaron de manera virtual (cuando fue posible) por la pandemia de coronavirus.
En el encuentro nacional se acordó promover el regreso a clases “progresivo, parcial y escalonado a actividades presenciales” en localidades con “riesgo bajo” de contagio de coronavirus, y que en las de “riesgo medio” los alumnos tengan actividades de revinculación, recreativas y lúdicas con un máximo de 10 alumnos en espacios abiertos.
Vale advertir en zonas consideradas de Alto riesgo de contagio, que incluye una ocupación de camas superior al 80 por ciento, no está previsto el retorno presencial a las escuelas
En el marco de una evolución de la pandemia “muy dinámica” que requiere la toma de decisiones tras un abordaje multidipliscinario, el retornos a las escuelas debe respetar previamente nueve puntos elaborados por los especialistas de salud:
1) Contar con representantes de educación en el Comité Operativo de Emergencia (COE) para la toma de decisión del reinicio de actividades.
2) Evaluar la forma de traslado que utilizarán los niños, las niñas, docentes y no docentes, para asistir a los establecimientos.
3) Contemplar la situación habitacional o niveles de hacinamiento de los niños, niñas y docentes y planificación de acciones preventivas.
4) Instruir adecuadamente al personal docente y no docente acerca de los protocolos que deben seguirse para minimizar los riesgos de transmisión durante el tiempo de permanencia en la institución, con planificación de monitoreos permanentes.
5) Tener los procedimientos detallados sobre cómo actuar ante la aparición de un caso sospechoso y/o confirmado de COVID-19 en la escuela.
6) Articular entre las carteras de salud y educación local para la detección de casos sospechosos, procurar la realización del diagnóstico de laboratorio a fin de dar una respuesta rápida y realizar el rastreo de contactos estrechos y su monitoreo.
7) Poseer un sistema integrado de trabajo intersectorial que permita identificar y dar seguimiento a problemáticas complejas como violencia, patologías de la salud mental, trabajo infantil, dificultades de los hogares para realizar aislamientos en caso de ser necesarios, entre otras.
8) Considerar estrategias para aquellos niños y niñas con factores de riesgo que no puedan asistir de manera presencial.
9) Abordar estrategias para aquellos niños y niñas convivientes de personas con factores de riesgo.
Fuente Página 12 y Minutouno