La banda porteña Bestia Bebé se presenta en el Teatro Broadway el 6 de noviembre. Con esta excusa pasó por el programa Mal Dormides de Fm Boedo y dejó frases, sentimientos y anécdotas.
La primera vez que escuché a Bestia Bebé no la pude dejar ir. Sentí que era –que es- la banda que canta las cosas que a mí me gustan, que yo quiero decir, que siento, que flasheo. Cada canción de aquellas primeras que llegaron a mí casi de casualidad, tiene una frase que podría resumir o describir alguna situación de mi vida o de la vida de cualquiera. Como cuando estás escuchando ese temazo que ya te gustaba porque se te pegó, pero esta vez, además, le encontrás un sentido tan propio y tan particular que se viene un pensamiento a tu mente: si yo escribiera canciones, me gustaría escribirlas así.
Oriunda del barrio porteño de Boedo Bestia Bebé canta y cuenta desde lo sencillo, lo directo, lo cortito y al pie del paisaje y los sentires cotidianos. Hace diez años recorre escenarios locales e internacionales con un abanico de canciones -y versiones de esas canciones- que generan cosas tan simples y a la vez tan complejas.
En la entrevista telefónica que le hizo el equipo de Mal Dormides a Tom Quintans, cantante de la banda, nos cuenta sobre esos temas que retratan paisajes tan cálidos como una joda en la calle de su barrio, el olor a parrilla prendida y la música y el murmullo de la gente que baila porque sí. Lo caracteriza esa simpleza para describir en una canción una foto que cala hondo sobre todo en quienes nos ponemos nostálgicxs de otras épocas en las que gilear en la calle era costumbre. Una canción de amor a una camioneta Wagen, un tal Omar, deportistas locales que pasaron al olvido y otros personajes y situaciones forman parte de las primeras épocas de la banda en que, según describe Tom, se le daba por escribir sobre cosas originales, que nunca escuchó o nunca escribió, sobre el amor por las cosas simples que estaban ahí.
En los diez años de recorrido de la banda las temáticas y los estilos de las canciones fueron variando, sin perder ese espíritu tan cercano de banda de amigos aunque, aclara Tom, siempre se lo tomaron muy enserio y desde el primer momento de la formación la llevaron delante de manera profesional.
El último disco, Gracias por nada, salió en el año 2020 y la pandemia complicó un poco las cosas: costó presentarlo en vivo, hacer giras nacionales y también por otros países. Aunque las canciones que lo conforman fueron escritas entre 2015 y 2019, casi que pareciera que la frase “gracias por nada, solo quiero que se termine el año” está estrictamente relacionada y tiene todo que ver con lo difícil que fue el 2020 para todxs. Las cosas se ralentaron, algunas fechas de presentación cambiaron, y la incertidumbre del primer año de pandemia los llevó a concebir la paciencia y la manija de otras formas. Recién en diciembre pudieron presentarse en vivo por primera vez con material nuevo, haciendo también un recorrido por todos sus discos y por los hitazos que incitan al pogo abrazado, transpirado y amiguero.
Bestia bebé no pierde la habilidad de tocar una fibra muy íntima y particular con sus canciones y esa manera alegre y nostálgica de ser el soundtrack ideal de cualquier fin de verano entre amigxs, con luz de tardecita y la tranquilidad de saber que pronto nos volveremos a juntar y que todo va a estar bien.
Escuchá la entrevista completa a Tom Quintans acá: