Desde la Ley de Identidad de Género, 9.400 personas trans realizaron el cambio de DNI

A nueve años de la sanción de la ley, suman 9.383 quienes obtuvieron su documento acorde a su identidad autopercibida. Actualmente, 20 de cada 100.000 habitantes tienen su documento rectificado, según lo aportado por el Registro Nacional de las Personas. 

De quienes realizaron el cambio en el DNI, un 70% optó por la categoría “mujer”, y seis de cada diez personas que realizaron el cambio, residen en las provincias de mayor densidad demográfica: Buenos Aires, CABA, Santa Fe y Córdoba.

En el marco de la celebración por los casi diez años transcurridos desde la sanción de la ley, múltiples referentes se manifestaron celebrando lo obtenido hasta al momento, pero poniendo como eje central de la actualidad la desaparición de Tehuel de la Torre, el joven trans que lleva dos meses desaparecido desde que concurrió a una entrevista de trabajo informal y no volvió a saberse de él.

En cuanto a los puntos en común mencionados en los cuales seguir poniendo el foco, en diálogo con la agencia de noticias Télam, Marcela Tobaldi, presidenta de La rosa naranja, declaró: “Después de nueve años, seguimos reclamando inclusión, porque ha sido muy lenta y el 90% de las personas travestis siguen en la prostitución y el promedio de vida sigue siendo de 35/40 años” .

Por su parte, y en concordancia con lo dicho por Tobaldi, la presidenta de la federación LGBT+, Flavia Massenzio, agregó que se trata de una ley “de vanguardia en el mundo”, que funcionó como llave de acceso a un montón de derechos de la población trans, pero que aún así eso no pudo revertir “la baja expectativa de vida y ése sigue siendo un eje rector para trabajar”.

La expresidenta de la Federación Argentina LGBT y actual directora de la Casa Trans, Marcela Romero, agregó que la ley es “un logro muy importante para la población trans pero también para la democracia argentina porque nos hace a todos igualmente ciudadanos de derechos”, pero advirtió que a su vez, “sólo garantiza un 30% de los derechos fundamentales históricamente negados a este colectivo y, para cubrir el resto, como “el acceso a la vivienda, al mercado de trabajo formal así como a una reparación por la violencia institucional y exclusión social” ejercidas por décadas, “desde nuestra organización estamos impulsando la ley integral trans”.

En referencia a Tehuel de la Torre, Romero expresó que es “el símbolo de muchas compañeras que día a día desaparecen por la falta de derechos”, ya sea víctimas del “travesticidio social” o de “crímenes de odio” en total soledad “sin que nadie reconozca esos cadáveres”.

Cerca de los diez primeros años de una ley pionera a nivel nacional y mundial en materia de derechos humanos, es un buen momento para replantearse todo lo que aún falta y cómo construir una sociedad más igualitaria que sea garante de derechos, que, además de la identidad, puedan garantizar el acceso al trabajo, a la vivienda y a la posibilidad de tener una expectativa de vida mayor a los 40 años.