La noticia sale a la luz casi 6 meses después del incidente ocurrido en año nuevo, donde Juan Ignacio Buzali embistió con su auto a dos sujetos.
El denunciante era menor de edad en el momento del hecho, y hoy denuncia a sus abogados por haberlo llevado a un encuentro “clandestino y a escondidas” con Carolina Píparo, que se llevó a cabo en una casa quinta en la cual le ofreció al joven un par de zapatillas, $2000 y un celular, siempre a cambio de su silencio.
Juan Ignacio Buzali sigue con prisión domiciliaria, luego de que en diciembre embistiera a dos jóvenes en la noche de año nuevo, uno de ellos menor de edad.
De acuerdo con lo publicado por el sitio 0221.com.ar, el joven pidió la revocación del patrocinio de los abogados que lo llevaron al encuentro con Píparo, alegando “pérdida de confianza” luego del episodio.
“Me llevaron a un encuentro clandestino y a escondidas, y desconociendo el motivo de tal reunión, con la señora Carolina Píparo”, se puede leer en el comunicado que fue difundido este lunes. Según pudo saberse, en la reunión también se encontraba un hombre que fue identificado como Matías, y sería el hermano de Carolina.
Por su parte, el joven aseguró que jamás supo en dónde estuvo, pero que “luego de mucho pensar y pese a mis escasos 17 años entiendo que dicho encuentro, considero, que debería haberse llevado a cabo en la Oficina de Asistencia a la Víctima de la ciudad de La Plata”.
Así también me siento muy mal por haber aceptado los $ 2.000 que me entregó en mano la señora Píparo, los cuales oportunamente se los reintegraré”, agregó.
A su vez, quiso dejar en claro que “sepa que seré joven, inexperto, sin dinero (pobre) pero no soy un delincuente para tener que andar encontrándome a escondidas con la esposa de quien fuera el victimario de los hechos”.
Por tal hecho, ahora se pide que la fiscal de La Plata, María Eugenia di Lorenzo investigue a Píparo y a su hermano.
Di Lorenzo imputó a Buzali por el delito de “homicidio en grado de tentativa” a los perjudicados a los que, además, intentaron hacer pasar por motochorros y finalmente terminaron sobornando.