El Polo Textil del Frente Darío Santillán que cuenta con talleres en distintos puntos del país fabrica barbijos Atom-Protec.
Si bien los derechos de comercialización pertenecen a la empresa Kovi, les trabajadores del nucleados en la UTEP, reciben un 10% de las telas para que sean confeccionados en los diferentes talleres del Frente Darío Santillán.
Carina Lopez Monja, vocera de la organización que tiene su sede en Avellaneda y que se encuentra dentro de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, habló con el medio Tiempo Argentino y dijo: “Somos 60 trabajadores de la economía popular, que llevamos confeccionados 25 mil barbijos”.
A su vez agregó: “La mitad de los barbijos que producimos son donados a distintas instituciones, como comedores comunitarios y clubes de barrio. La otra mitad los comercializamos a un precio de 150 pesos, para que las y los trabajadores puedan llevarse el sustento a la casa y que, al mismo tiempo, mucha gente pueda adquirir un elemento de protección en la pandemia a un precio accesible, a través del Mercado de Consumo Popular (ME.CO.PO)”
A través de estas fábricas se da trabajo a 60 personas que alternan en turnos con cuidados y protocolos correspondientes, y que complementan el trabajo productivo con el Salario Social Complementario.
“De esto sacamos dos grandes conclusiones: por un lado, la importancia de la ciencia argentina puesta a trabajar en conjunto con la economía popular y las pymes; por otra parte, que los barbijos de alta complejidad pueden ser adquiridos por vecinos de los barrios populares, que de otra forma no podrían tener acceso”, aseguró Carina Lopez.
Los Atom-Protec, son barbijos que cuentan con una tela antibacterial, antiviral y antihongos., Estan hechos con telas de algodón, poliéster, adicionadas con un polímero ambientalmente amigable que facilita la retención de agentes activos, basados en iones de plata y cobre (de reconocida eficiencia antimicrobiana).
Pueden reutilizarse hasta 15 veces y son el resultado de meses de trabajo en conjunto de investigadores del Conicet, la Universidad Nacional de San Martín y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, que se asociaron a Kovi SRL, una pyme textil de La Matanza que los fabrica.