La iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo en plena negociación con el FMI, y que ya tenía media sanción del Senado, fue aprobada por 234 votos positivos, 2 negativos y una abstención.
En su primera sesión del año, la Cámara de Diputados sancionó el proyecto para que sea el Congreso Nacional quien autorice los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o cualquier endeudamiento externo que negocie el Poder Ejecutivo, que supere el límite fijado en el Presupuesto Nacional.
La iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo y que ya tenía media sanción del Senado, fue aprobada por 234 votos positivos, 2 negativos y una abstención, con lo cual se convirtió en ley.
La norma sancionada indica que la ley de Presupuesto de cada ejercicio “deberá prever un porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones de títulos públicos autorizadas para ese ejercicio”.
“Toda emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras que supere dicho porcentaje requerirá de una ley especial del Congreso de la Nación que la autorice expresamente”, señala en otro pasaje el texto.
Los votos negativos fueron de los diputados de la izquierda Nicolás Del Caño y Juan Carlos Giordano, mientras que el oficialista Juan Carlos Alderete se abstuvo, según informó Parlamentario.com.
Por su parte, Juntos por el Cambio pidió modificaciones al texto en la votación en particular pero el oficialismo no aceptó, con lo cual la bancada opositora votó en contra de los artículos 1 y 3.
La ley además dispone que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”.
Según la redacción propuesta por el Frente de Todos en el Senado, “la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras, así como los programas de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, y las eventuales ampliaciones de los montos de esos programas u operaciones, no podrán tener como destino el financiamiento de gastos primarios corrientes”.