La primera víctima es Violeta Fernández, de aproximadamente 70 años, en Recoleta. La segunda, de unos 30 años, fue hallada en Palermo. Ambas presentaban golpes en la cabeza.
En la Ciudad de Buenos Aires fueron dos los femicidios cometidos a mujeres en situación de calle en las últimas horas. El cuerpo de Violeta Fernández, de 70 años, fue tapado con una frazada. Al día siguiente, fue encontrado el de otra mujer en Palermo, también con golpes en el rostro.
Intervino en la causa la Fiscalía Criminal y Correccional 7, a cargo de Mónica Cuñarro, quien en el marco de las actuaciones por la “muerte dudosa” de la mujer dispuso la realización de la operación de autopsia para determinar la mecánica del fallecimiento y la intervención de personal de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) de la Policía de la Ciudad.
Es la misma fiscal quien lleva el expediente por la muerte de Fernández. El resultado preliminar de la necropsia arrojó que la víctima murió como consecuencia de un traumatismo en la cara, provocado por un golpe con un objeto contundente. Una cámara de seguridad captó el momento del ataque y se está buscando a un sospechoso.
En la ciudad más rica del país se pusieron en evidencia en un mismo hecho las dos pandemias que parecen de menos importancias y más longevas que la del Covid: la de los femicidios y la del abandono que sufren las personas en situación de calle. Hace unas pocas semanas fue noticia el caso de una niña que había desaparecido por encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad al vivir debajo de un puente. El escándalo y la preocupación sobre las condiciones de hacinamiento y pobreza fueron notorios. El show mediático en el que se conocieron hasta los nombres de todos los familiares y se expuso la intimidad de una familia fueron la novedad. Pero hoy, que otras vez hay dos víctimas de sus condiciones de género y clase, nadie se hace eco. ¿Qué será lo que verdaderamente importa? ¿Que no muera nadie más por ser mujer y vivir en la calle, vulnerable por partida doble? ¿O que los principales medios no lo informen para que pueda seguir sucediendo, de nuevo, en la ciudad más rica del país sin que nadie se escandalice ni haga nada?