El mismo se encuentra cerrado desde el comienzo de la pandemia. Ayer, la Legislatura porteña aprobó un proyecto que respalda su reapertura. Sin embargo, desde la UBA advierten que permanecerá a puertas cerradas.
El Parque ha sido público desde su creación y forma parte de la Facultad de Agronomía de la UBA. Sin embargo, sus puertas se encuentran cerradas desde marzo de 2020, sin aperturas incluso en los momentos en los que la pandemia dio un poco más de tregua. Los y las vecinas del barrio denuncian una privatización encubierta.
Desde la UBA advirtieron que no permitirán el ingreso al público en general, ya que advierten que “no es compatible” con los protocolos sanitarios vigentes.
Entre tanto, la diputada Laura Velasco presentó un proyecto que ya fue aprobado en la Legislatura porteña para que el Gobierno de la Ciudad como la Universidad de Buenos Aires lleguen a un acuerdo que permita reabrir sus puertas, ya que es uno de los espacios verdes más amplios de la ciudad.
A raíz del cierre del parque en marzo de 2020, y de que no abrió sus puertas ni siquiera durante este verano, nació el Movimiento “Agronomía abierta”, en el cual vecinos y vecinas se organizaron para pedir la reapertura del mismo.
“Recordemos que nunca en la historia de la Ciudad de Buenos Aires este parque estuvo cerrado al público, habiendo sido el viejo Parque del Oeste (actual Parque Agronomía) de vital importancia en la salud pública de la ciudad porteña en épocas de fiebre amarilla (1871) última epidemia que azotó a la ciudad antes de la pandemia COVID -19”, explican.
“La privatización del Parque Agronomía (ex Parque del Oeste) viene sucediendo década tras década y llegó a su punto máximo de decadencia y expresión este último lustro. La actual comisión directiva de la FAUBA, con la decana Marcela E. Gally a la cabeza, viene llevando a cabo lo que observamos como una política de cierre del predio a los vecinxs y barrios circundantes”.
Laura Velasco, la creadora de la iniciativa, declaró “es fundamental que se llegue a un acuerdo, no sólo por la importancia de este pulmón verde desde el punto de vista ambiental sino también de salud pública. Hoy los lugares cerrados son donde más posibilidades tenemos de contagiarnos, por eso parques y plazas adquieren una funcionalidad e importancia mayor, al ser donde se pueden realizar actividades recreativas y deportivas y encuentros sociales”.
“Creemos que con la escasez de espacios verdes públicos que sufre la Ciudad de Buenos Aires –un promedio de 6m2 por habitante, cuando el mínimo recomendado por la OMS es de entre 10 y 15 m2/hab.- no podemos darnos el lujo de privar a la ciudadanía del disfrute de este parque; mucho menos en pandemia. Garantizando el cumplimiento de los protocolos para evitar contagios, como en cualquier otro espacio verde público de la ciudad, es posible abrirlo para que contribuya al buen vivir de quienes habitan sus alrededores”, finalizó.