El programa Bancate Ese Defecto entrevistó a Celeste MacDougall, docente de historia, feminista, especialista en Educación Sexual Integral y en Educación Inclusiva, para hablar sobre el retroceso que significa el fallo de derogación del aborto por parte de la corte de Estados Unidos.
Sobre el pañuelazo realizado este lunes en la embajada de Estados Unidos, como reclamo contra el fallo de Estados Unidos que retrocede sobre el derecho de las personas gestantes a elegir, comunicó: “El objetivo fue primero la sororidad internacional con las compañeras de Estados Unidos por el fallo y también mostrar y visibilizar que las feministas estamos unidas y organizadas, y que lo que pasa en cualquier lugar del mundo respecto del derecho al aborto, nos pasa a todas. Esa fue la intención. Hemos salido muchísimas veces en nuestra historia como campaña y en solidaridad en diferentes situaciones. En los últimos años los paros internacionales de mujeres y demás han instalado más fuerte esa solidaridad internacional. A la vez hay algo clave que es que si en Estados Unidos sucede algo respecto de los derechos de las mujeres, necesariamente impacta a nivel mundial, porque nos guste o no nos guste siguen siendo el centro del mundo. Por eso nos movilizamos ayer”.
Tomando esa última idea y consultada sobre qué repercusiones cree que puede llegar a haber en América Latina respecto de dicho falló, sumó: “Yo primero confío muchísimo en las compañeras feministas estadounidenses, que han dado luchas tremendas a lo largo de la historia. De hecho hay muchas movilizaciones convocadas, así que no doy por perdido esto. Por otro lado, durante el gobierno de Trump hubo muchos intentos de reducir el derecho al aborto, porque pensá que no es que se anula el derecho al aborto en todo el país, sino que en algunos estados, los más conservadores. Se calcula que la mitad del país lo prohibiría y otra mitad no. Después, las repercusiones se dieron rápidamente. Quienes ya están de acuerdo con esas políticas imperialistas estadounidenses salen pronto a subirse a eso, como el diputado Massot la semana pasada. Pero repito, en América Latina estamos en otra situación, de avanzada, de construcción y conquista, que al contrario, puede repercutir positivamente en Estados Unidos por la organización de la lucha”.
Sobre si cree que el repudio internacional por parte de grandes organismos puede llegar a causar una vuelta atrás en esta decisión, afirmó: “Bueno, no sé qué es lo que va a pasar, ojalá supiera, pero viendo lo que fueron los últimos años, por ejemplo en 2015, donde hubo un gran ataque al derecho al aborto en Polonia y salieron las polacas que fueron las primeras que convocaron a un paro de mujeres vestidas de negro. Esa acción luego se replicó a nivel internacional y allí comenzaron a gestarse los paros de mujeres. Entonces, no sé qué es exactamente lo que va a pasar, pero sí creo que en estos años se ha construido un movimiento feminista muy sólido y de reacción muy rápida. Por eso creo que no va a pasar como si nada, creo que va a haber organización y lucha para seguir manteniendo el derecho”.
En cuanto a la importancia de garantizar la efectiva implementación de la ESI en las aulas, sumó: “No es una herramienta, es un derecho, esa es la clave. La ESI es un derecho, el aborto es un derecho. Desde ese marco los docentes tenemos que construir sujetos de derecho en todo el amplio espectro, entonces la educación sexual integral es un derecho hace 15 años, el derecho a la educación, a vivir una vida sana y placentera. Entonces lo que hacemos es garantizar derechos. Les docentes estamos capacitados hace 15 años, se necesita muchísima más capacitación y sobre todo más presupuesto. La ESI se viene sosteniendo gracias a la buena predisposición de les docentes a lo largo y ancho del país. Lo que necesitamos es no solamente buena predisposición si no presupuesto acorde para un tema y una problemática tan fuerte”.